jueves, 22 de noviembre de 2007

Ahora que ya... Por: Cesar Castaño, mentor.


Este ha sido para mí un año difícil. El año en que fui mentor de Santa Gema y probablemente el año en que mas me “mentoraron” la madre, (gajes del oficio).

Ahora que mi cargo esta llegando a su fin, supongo que todos ustedes ya se formaron (o deformaron, o deGERMAroN) una idea de cómo mi paso por Comité Central afectó al Centro Guías, y no es mi interés influir en sus opiniones al respecto. Quisiera más bien en esta ocasión compartirles muy brevemente de cómo el cargo me afecto a mí.

Empecé el año convencido de que íbamos a realizar un buen trabajo, y de que una toma de decisiones clara acompañada de una información efectiva al CG, se convertirían en las mejores armas de Comité Central para mantener la armonía al interior de Santa Gema; sin embargo, los problemas no tardaron en llegar, acompañados por supuesto de un gran sufrimiento personal debido a la naturaleza de los mismos.

Primero mi personalidad sarcástica y mi humor un tanto negro, cualidades que antes me identificaban como una persona divertida, se convertían ahora bajo la sombra de la mentoría en defectos grandísimos, ya que en adelante sería percibido como un ser prepotente, incluso por aquellos que creía que me conocían, y que no malinterpretarían mis comentarios, los cuales no tenían mas motivación que el humor mismo, pero nunca pensé que se constituyeran en ofensas directas de Comité Central hacia los guías.

En segundo lugar, descubrí que mis decisiones aunque fueran bien pensadas y con buenas intenciones, serian malinterpretadas si llegasen a favorecer a aquellos que se encontraban en mi círculo más cercano. Entendí entonces que para poder quedar bien habría que decidir en contra de lo que consideraba lo mejor o mas necesario, solo para parecer “políticamente correcto”, aun a sabiendas de que fuese una decisión incorrecta. Por lo anterior, y debido a otra serie de inconvenientes personales al interior de Comité Central, el cargo se convirtió en una carga mucho mas pesada de los que esperaba, empeorada además por los comentarios muy bien intencionados de personajes altamente altruistas.

Hoy sin embargo, no me arrepiento de haber sido el mentor de Santa Gema. Ya que también me dejo muchas lecciones de trabajo en grupos, relaciones humanas superación de dificultades; acompañadas de la satisfacción de haber entregado tanto al movimiento que amo.

A Néstor quien tuvo la valentía y los pantalones de asumir el cargo para el próximo año, le deseo un ambiente de confianza que le de la libertad de tomar decisiones sin traicionar su ser como persona. Le ofrezco además mi apoyo incondicional, para seguir construyendo la civilización del amor (en la cual también caben las diferencias y las discusiones bien encaminadas).

Para terminar quiero decirles que Jn 7 .13 “ Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de el por miedo a los judíos” eso simplemente es un “ejemplo de evangelio”.

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